El nuevo país

Por: Ana Helvia Quintero

Profesora UPR-RP

Año 2006

La discusión pública que hemos tenido ha hecho evidente la necesidad de trabajar hacia “un nuevo país”, tomando el lema tan acertado de la ciudad de Caguas. Ahora bien, la construcción de ese nuevo país requiere que desarrollemos nuevas concepciones y actitudes. En mi libro Muchas reformas, pocos cambios analizo varias de las concepciones que es necesario cambiar en el área educativa.  Ahora bien, cambiar concepciones no es un proceso puramente intelectual, sino que requiere un cambio en actitud. 

Hay varias actitudes, muy generalizadas en nuestro país, que nos llevan a esbozar teóricamente alternativas que no se traducen en prácticas. Una de estas es la de siempre culpar a otros por los problemas, en lugar de preguntarnos, qué cambios en mi práctica podrían apoyar a resolver el problema. Muy unida a esta actitud es la de defender mi parcela, y pedir que el cambio se efectúe en otros. Es preciso que cambiemos esa actitud y con el bien común como objetivo, cada cual tome la responsabilidad de cambiar su ámbito de trabajo. 

Una vez aceptamos que necesitamos cambiar, el próximo paso es atrevernos a experimentar alternativas sin la certeza de que las mismas serán exitosas. De hecho, en una actividad auspiciada por la Escuela Graduada de Planificación de la UPR- Río Piedras, la profesora de MIT, Alice Amsden, planteó que uno de los factores que comparten países con economías saludables es que son países que promueven la experimentación. Así, para encontrar nuevas rutas tenemos que experimentar nuevas alternativas. Esto requiere fortalecer el espíritu emprendedor y perder el miedo al fracaso, aceptar la posibilidad de que nos equivocaremos, pero conscientes de que, si aprendemos de nuestros errores, estaremos en mejor posición de desarrollar nuevas posibilidades.  Así, uno de los cambios principales que se tiene que dar en el sistema educativo es la de crear un ambiente en las escuelas que promueva y apoye la experimentación y la reflexión. De la reflexión en torno a las experiencias prácticas entenderemos mejor las limitaciones y las posibilidades que permitan el desarrollo de alternativas. Así apoyaremos a los maestros en la difícil tarea de cambiar, como muy bien ejemplifica la siguiente cita de la Sra. Rosa Iris Gerena, maestra retirada de la Escuela Antonio S. Pedreira, quién trabajó en la transformación de esta escuela:

“Luego de 28 años de estar trabajando en el sistema de enseñanza tradicional, surge la oportunidad de comenzar a trabajar en un programa innovador para el desarrollo de talentos en los niños. Pensé mucho antes de aceptar este cambio, pues, como es natural, todo cambio trae dudas, inseguridad (esto mayormente) y más trabajo, pues es como empezar de nuevo…Al comenzar el año me sentía bien insegura. Fue un período muy difícil. Pero encontré el apoyo de muchas personas dispuestas a ayudar: personal de la Universidad y compañeras de la escuela.”

Para crear el ambiente de apoyo que promueva la experimentación y el cambio es también necesario repensar las estructuras administrativas. Nuevamente se requiere un cambio en actitud. Es preciso dejar a un lado las estructuras autoritarias, en las cuales se espera por “la carta circular” para iniciar un cambio.  Necesitamos estructuras ágiles que promuevan la creatividad de todos, aceptando y apoyando las buenas ideas, sin importar del nivel que surjan, promoviendo el intercambio y las conexiones, y con la flexibilidad de poder mover los recursos para apoyar los focos de innovación. Los líderes de estas estructuras deben ser personas visionarias que estén mirando el todo, promoviendo las relaciones y conexiones, y atentos a los aprendizajes que surjan tanto de la experiencia práctica en nuestro país, como en otros países.

Los cambios en actitudes que propongo para poder llevar a la práctica las nuevas concepciones sobre la educación son muy parecidos a las que se tienen que dar en otras áreas del quehacer de nuestra sociedad: aceptar que el cambio tiene que comenzar con nosotros mismos; tomar una actitud emprendedora en la búsqueda de alternativas; promover la experimentación, desarrollar estructuras que aprendan y perder el miedo a equivocarnos. Como decía Thomas Edison “El fracasar es un arte. Hay que fracasar hacia el éxito”. Todas las innovaciones conllevan algunos errores. El temor a los errores lleva pues al estancamiento.

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La inteligencia artificial; necesidad de repensar la enseñanza